Durante el embarazo la mujer sufre muchos cambios en su cuerpo tanto físicos, como fisiológicos y emocionales. La osteopatía puede facilitar una mejor adaptación a todos estos cambios que sufre la mujer en este período.
La osteopatía en embarazadas está indicada a partir de la 12ª semana de gestación, siempre y cuando no sea considerado embarazo de riesgo o haya alguna contraindicación específica, como la preeclampsia o placenta previa.
La osteopatía ayuda a la futura madre en diferentes aspectos:
Regular la tensión de la columna que tiende a aumentar sus curvaturas debido al peso del útero, y a controlar la laxitud ligamentosa producida por los cambios hormonales.
Valorar el estado de los diferentes órganos que ven comprometido su espacio por el aumento del tamaño del útero y pueden ver alteradas sus funciones ( estreñimiento intestinal, varices, náuseas,..)
Regular la tensión de la pelvis para favorecer una mejor posición fetal que relaje al propio bebe, y del mismo modo, ayudará a la madre en el momento del parto trabajando la elasticidad y capacidad de contracción del útero y suelo pélvico.
Regular el sistema nervioso: ayudar a gestionar el estrés y la ansiedad de la madre y la conexión con su propio cuerpo y su bebe.
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